viernes, 3 de abril de 2009

PROPUESTA


Quiero que todos y tod@s escribáis vuestros comentarios sobre vuestra vida sexual. Quiero fotos y os quiero a todos aquí contando vuestras hazañas, vuestros deseos, vuestras fantasías. En definitiva que contemos lo que nos gusta, cuando nos gusta y como nos gusta. HACER EL AMOR ES MARAVILLOSO Y QUIERO TENERLO TODO. Prometo que la mejor historia que vaya acompañada con la mejor foto- se valorará sensualidad e imaginación- tendrá el premio de pasar una noche conmigo a todo trapo. BESOS


fecha límite 30 de mayo

sábado, 14 de marzo de 2009

LA POSESIÓN DE MI CUERPO




Pero aquel día no pude ir, mi marido se puso enfermo y tuve que quedarme a cuidarlo. Fue lo peor y lo mejor que me pudo pasar. Lo peor porque me pasé todo el día soñando con lo que podría haber gozado en compañía de Sergio, lo bueno porque a primera hora de la noche, me envió un mensaje para preguntarme por mi dirección, pues quería darme una sorpresa. Aunque había algo de mi que me decía que no debía facilitarle dato alguno, finalmente accedí. Entonces, al día siguiente a media mañana, alguien llamó al timbre y al abrir, ahí estaba él en compañía de esa mujer. En sus ojos pude sentir una pasión loca por tenerme. Y eso hicieron. Me tiró contra la pared y me dio por detrás de una forma terrible, apasionada, mientras me tomaba fuertemente los pechos. Yo gritaba y gritaba. Cuando volví la cabeza, pude ver como ella se había levantado la falda, y había comenzado a masturbarse. Fue entonces cuando él me llevó hasta ella. Aquello iba a ser mi primer contacto con una mujer, pero no el último. Él me la sacó y me puso a cuatro patas en el suelo para follar mi coñito. Mientras me obligó a comerle el suyo a su amiga. Lo tenía afeitado y empecé a comérselo con dedicación. Me iba comiendo sus jugos y ella gemía de placer, mientras él seguía dándome embestidas por detrás. Los tres gemíamos en un canto profundo de éxtasis y placer. Un canto que jamás olvidaré mientras viva. Aquella mujer, de la que nunca supe su nombre, me hizo que le metiera un dedo en el culo. Como gemía mientras se tocaba los pechos. No puedo decir cuanto tiempo estuvimos así, pero lo suficiente para que empezarán a dolerme las rodillas. Pedí que me llevaran al cuarto, y entonces él me tomó del pelo y me hizo tumbarme en el sofá. Allí, postrada e indefensa, ellos comenzaron a chupar todo mi cuerpo y yo me movía de puro placer porque aquello era exactamente lo que yo necesitaba. No me importaba quienes fueran, sólo quería sus cuerpos, sus sexos, sus manos y todo su ser. Ella me lamía el culo como si fuera un perro y él hacía lo mismo con mi coño. Fue maravilloso. En un momento dado, él me colocó las piernas junto a mi cabeza y empezó a ejercitar una danza circular sobre mi sexo, mientras ella me forzaba a comerle el coño de nuevo. De pronto, él paró y tomó a la otra por detrás con fuerza. Ella gritó y gritó de placer mientras yo le comía el coño. Se adivinaba su orgasmo, que llegó cuando él quiso, las dos comimos y lamimos su cipote como dos perras en celo. Aquello, no podía ser normal, no podía serlo, pero me encantaba. “Ahora tenemos que irnos, pero volveremos, y tú serás nuestra esclava” y en eso me convertí, en su esclava.

EL PRINCIPIO



La verdad es que no sé por donde empezar, pero supongo que como cualquier historia que se precie, por el principio. Desde muy pequeña he sido una persona con unos deseos sexuales muy fuertes. Deseos, que en muchos caso, los he tenido que ir reprimiendo hasta hace muy poco. Durante mi adolescencia me masturbaba mucho. Recuerdo que me metía en la bañera a darme un buen baño y que aplicaba el chorro de agua sobre mi clítoris para calentarme, después jugaba con mis deditos hasta llegar al éxtasis. Ya digo que he tenido deseos de tener sexo a todas horas. Me gustaba, y me gusta que los hombres y las mujeres me miren y me deseen. De hecho, cuando tenía 15 años, me paseaba desnuda en frente de la ventana para que un señor casado que vivía enfrente, se masturbara viéndome. No hay nada que me ponga más, que ver a un hombre o una mujer excitándose. El problema es que me casé muy joven con un hombre más mayor que yo, y nunca él ha podido satisfacer mis deseos sexuales. A veces, me recuerdo escuchando a una pareja gemir en la habitación de al lado, mientras mi marido roncaba a mi lado. Me había hecho el amor 10 minutos antes, pero yo necesito al menos una hora para satisfacer mi sed. Una sed, que como digo, siempre sacio fuera de mi matrimonio. Desgraciadamente los hombres me han dado poco placer, y digo desgraciadamente porque me gustan mucho, pero he tenido que ir con mujeres para descubrir un nuevo mundo de sensaciones y placeres, hasta muy poco desconocidos para mí. Ya digo, que soy una persona muy sexual, muy ardiente, los hombres suelen asustarse al oirme gritar sin ningún pudor. Es una lastima que yo sea demasiado barco para tan poco marinero, pero una vez, y no hace mucho de esto, encontré a un hombre casado que se llama Sergio, que ha sido el único en llevarme al séptimo cielo, y hoy os voy a contar mi primera experiencia con él. Fue en noviembre pasado. Como cada tarde, yo salía a dar un paseo- siempre me han gustado los encuentros furtivos, y desde que salgo de casa, me pongo una ropa ciertamente provocativa para despertar la pasión entre la gente. Aquella tarde, yo estaba muy excitada, y el simple roce de mi piel con el tanga me hacía sentirme como una fiera, mientras imaginaba a una lengua golosa que me comía la entrepierna.

Recuerdo que fui caminaba por los jardines de Pablo Picasso en Málaga cuando lo vi, estaba sentado leyendo un libro, y sin saber la causa, me sentí atraída por él. Era alto, moreno y tenía una cara muy simpática. Alzó la vista y sonrió. Había algo en él que irradiaba control y seguridad. Se levantó y se puso delante de mi. Yo me hice un poco la interesante, y no lo miré, pero entonces me tomó del brazo- con cualquier otro, yo me hubiera ido de allí corriendo- y mi cuerpo sintió una electricidad muy fuerte. “ Siéntate conmigo” me dijó. No sé como lo hizo, ni recuerdo muy bien como lo hizo, pero en menos de media hora, yo estaba en su casa. Ese hombre, sabía exactamente lo que mi cuerpo y mis ojos estaban pidiendo. Yo traté de justificarme, trataba de decirle que sólo quería conocerle mejor. Ya sabéis, todas esas excusas que solemos poner algunas. Entonces se llevó su mano a la boca, y me la tapó para conducirme a un cuarto grande donde me dijo estas palabras: A partir de ahora, cada semana vendrás aquí cuando yo te llame, no quiero saber nada de ti, ni a que te dedicas, ni a nada, en las dos horas que te dedicaré el mundo soy yo, y tú eres mi mundo. Entonces me cogió del pelo, me tomó las manos y me ató a una cuerda en el centro de la habitación. Entonces sin que yo pudiera hacer nada- estaba muerta de miedo y de deseo. Sergio, se agachó y empezaba a comerme las piernas. Su lengua golosa y experta subía y bajaba por mis muslos buscando su patria salada y jugosa. Sus manos me sacaron los pechos de la blusa y con dos deditos, me tocó los pezones y me llevó al orgasmo: EN SÓLO 5 MINUTOS. Entonces cuando yo gemía de placer él se quitó de pronto, y se puso justo detrás, y sin más miramientos me la clavó en mi chocho. Fue increíble, pues durante más de 20 minutos me castigó con fuerza. Sin una pausa, sin un respiro hasta que su puso debajo y todavía sin soltarme las manos su puso debajo y me gritó, cabalga, cabalga hasta el final. Ya no te llamas Susana, te llamas la Diosa del Amor. Y mientras yo cabalgaba el iba masajeando partes de mi cuerpo que yo desconocía y que me daban infinito placer. Entonces, al meter su dedo en el culo, yo supe lo que venía después. Su delicadeza para meterla contrastó con la fuerza con la que me golpeaba. Oh dios que bendición, que delicia. Yo grité, grité, y grité hasta que él me soltó. Se puso otro condón y me hizo cosas que pienso contaros en mi blog para que entendáis lo que me gusta del sexo. Fueron 2 horas, de inmenso placer. Sobre todo porque cuando me iba, él insistió en quitarme las bragas y quedárselas. Acababa de ducharme y el cuando llegué a la puerta, metió su cabeza en mis muslos y me lo comió todo. JAMÁS, SI EXCEPTUAMOS A OTRAS MUJERES, UN HOMBRE ME HA COMIDO EL COÑO ASÍ, JAMÁS. Juró que no sé cuantos orgasmos tuve en aquel momento, ni recuerdo de cuantas diferentes variantes me folló Sergio, pero lo que si tengo claro es que aquello era el comienzo de algo que iba a cambiar mi concepto del placer. “ Te espero el lunes a las 5, me dijo, y con un movimiento de cabeza le aseguré que sí . Entonces cuando me iba, pude ver como había otra mujer en la casa. “ Tranquila, ya la probarás a ella también, no es mi novia, sólo alguien que viene aquí a disfrutar del sexo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Soy Susana

Me llamo Susana y soy de Sudamerica. La verdad es que hago esto por necesidad. Soy casada y tengo la desgracia de tener que alimentar a una familia con lo poco que me da mi marido. Soy morena, bien parecida y de pecho sobresaliente, al menos eso me dicen. Tengo muchas fantasías sexuales, y creo que puedo hacerlas realidad con este blog. Pero repito, lo hago por saciar mi sed de compartir mis deseos y mis experiencias con gente de todo el mundo. Me gustan los hombres y las mujeres. Desde pequeña he sentido una fuerza arrebatadora dentro de mi que me empuja a vivir el sexo en toda su extensión. Aquí les cuento mi historia, y me encantaría que vosotros me contárais vuestros deseos, fantasías y experiencias a traves de este blog. Un blog para todos los amantes del sexo en general. Prometo no defraudar.
latina666@hotmail.es

Besos de vuestra diosa